Así como la brújula marca el Norte y por más que los imanes la quieran engañar siempre vuelve a su camino; así esperamos de nuestros niños y niñas, que en su cabeza y en su corazón tengan por Norte el crecer.
Que se sientan atraídos por aprender cosas nuevas, y que siempre sean capaces de repeler todo lo que les desvíe del camino del buen científico.
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